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28/02/2005

Moraleja 

Ayer, sobre las cuatro y media de la tarde fallecía mi abuelo paterno después de un mes de demencia senil. Un duro mes para los que han estado allí en Madrid desde que empezó todo hasta que acabó ayer. No es un post de tristeza que busque las condolencias. Yo no tenía lo que se puede decir una “relación” con mi abuelo, ni por culpa suya ni por culpa mía. Era alguien a quien veía de vez en cuando, cada vez menos, y con quien he tenido algunas conversaciones, pero poco más. Sí, suena triste y frío, pero es la realidad. Su muerte no deja en mí un vacío especial y aunque ayer estuve repasando recuerdos, no hay ninguno que me haya marcado especialmente. Con todo esto no quiero contar mis experiencias familiares, sino más bien hacer una recomendación un poco de serie de televisión, pero basada (esta vez sí) en un hecho real. Si algún día tenéis hijos y esos hijos os dan nietos, no dejéis que vuestra muerte cale tan poco en ellos. Es triste no estar triste.


26/02/2005

Mujeres del sur 

He de hacer una rectificación: la moza con la que discutía mi compañero de piso no era su novia, era su hermana. Descartado de antemano el incesto, hemos de recurrir para la explicación a mis nulas ganas de cotillear sobre ellos más allá de lo que caiga directamente en mis orejas. Mis encuentros con ella siempre en estos días han sido verdaderamente estudiables. El primer día me pilló recién levantado con un dolor de cabeza de morir y lo primero que me dijo después de su nombre fue que dónde había unos guantes de plástico para limpiar el baño. Españoles, en algo hemos fallado. Sólo tengo un pero. La muy desgraciada me hablaba en voz tan baja que tenía que hacer casi el gesto de Hulk Hogan para enterarme de algo. No he visto a nadie hablar tan bajo en mi vida. Realmente era como jugar a la Ruleta de la Fortuna, porque lo único que cogía eran las consonantes dobles y algunas iniciales de palabra. Quise comprar vocal. Aunque por otro lado está el orgullo de saber que mi italiano llega a esos crueles niveles.

He de decir, para la tranquilidad de los más allegados que a Pisa también ha llegado la PlayStation. Y sí, con el Pro Evolution Soccer 4. Y sí, ya he jugado y ya hay multitap en camino y copas Konami al acecho. Bien. Hablando de fútbol, ayer recibí una oferta seria para formar parte de los “Fratelli Manoli” de cara al torneo de fútbol-7 que comenzará en breve. Quedan unos flecos por atar, como cláusula de rescisión y primas por objetivos, pero en principio la oferta convence. Seguiremos informando.

24/02/2005

Aguanieves y otros fenómenos 

Entre los gritos de uno de mis compañeros con una moza que está en su cuarto escribo este post. De los tres compañeros sólo duermen dos aquí (el otro duerme en casa de la novia). Pues ya he los he oído a los dos discutir a gritos con sus respectivas. Cuando me quejo de mi soltería paso por alto cosas como esta...

En fin, que mañana comienza mi trigésimocuarta nueva vida. Mañana tengo pensado levantarme no muy tarde, ponerme a estudiar como un niño bueno, ir a comer y luego ir a clase a aprender muchas cositas. Habrá que tener fe...

Aquí no ha nevado tanto como en Madrid, pero lleva unos días cayendo lo conocido como “aguanieve”, o sea, algo que cae con forma de copo y aterriza en forma de gota. Creo que poéticamente está poco explotada esta figura, será por lo antiestético de la palabra en sí. Tengo que hacer un inciso: he estado a punto de escribir “parola” en vez de “palabra”. De hecho, el otro día en un restaurante me pidieron perdón por hablarme inglés porque pensaban que era español. Qué cosas tienen estos italianos, español yo...

El caso es que cuando voy por el cuarto párrafo y no he escrito absolutamente nada, me pregunto: “¿Cuándo dejaré de perder el tiempo de mi vida?” El otro día me dijo una amiga por el messenger que no podía ponerse a estudiar porque no se había encontrado a sí misma y, claro, así no puedes ir a encontrar nada más. Es una buena forma de explicarlo. Es una sensación imposible de transmitir a quien no la ha sentido sin que suene a excusa de pura vaguería, pero si se piensa detenidamente la frase es más cruda de lo que parece. Y releyendo este post lo veo descargado de ese aire tan viciado que a veces me invade... No viene mal algo de banalidad de vez en cuando para aligerar pensamientos y relajar los músculos...


16/02/2005

Secondo semestre 

Realmente el título es la forma más absurda que he encontrado para titular uno de esos posts en los que vas a hablar de cien cosas inconexas porque hace unos días que no escribes. Como declaración de intenciones valga la menos la primera frase.

Me muero si no cuento esta anécdota ya mismo. El otro día en el supermercado, mientras decidía qué patatas fritas iban a amenizar mi tiempo de cocina, es decir, los diez minutos que tardan en hacerse los spaghetti, oí la voz clásica de abuela de cuentecillo que me pedía que le cogiera algo de un estante que no llegaba. Yo, con esa sonrisa característica de "han venido a buscarme para la buena acción del día" me dirigí con paso firme de buen mozo hacia donde se encontraba la señora y cuál fue mi sorpresa al alzar la vista cuando ví que lo que la dulce ancianita quería que le cogiera era una dulce botella enorme de cristal de tres litros de vino. Y ya.

A nivel académico, nuevas asignaturas, dos de las cuales se pisan en horario, porque hasta el último día no sacaron el horario de una. Imagino al profesor levantándose el lunes y diciendo "...pues...mira, me vas a poner una hora los lunes a las 8:30... otra..." Y no es plan, pero esto es Italia y, aunque me siga indignando, ya no me sorprendo.

A nivel personal, más contento que otras veces, existe una progresiva expansión real y ahora mismo hay más luces que sombras. Hace poco estuve pensando que la medida real de tiempo de la vida es el día. Cada día está marcado por un hecho y cuando algo como la Erasmus abarca más de un día se convierte en circunstancia, en telón de fondo, no en acontecimiento. Un día malo sólo se resuelve con un día bueno, no con una semana mediocre. El mejor año de vuestra vida será aquel en que más días buenos acumuléis.

07/02/2005

Cansado de mí 

Cansado, no, más bien harto. Hace poco escribí que hay días en los que estoy muy orgulloso de ser como soy, pero, sin duda, hoy no es uno de ellos. Porque hoy ha habido examen. Y sí, he sacado un 26 sobre 30, pero estoy enfadado no como la típica niña pija que dice que probablemente suspenda y luego saca un 9’7, sino como cuando juego al ajedrez con el ordenador y me dejo ganar cuando tengo una torre de ventaja. ¿Por qué no soy capaz de sentarme a estudiar lo que tanto me gusta? ¿Por qué hago el ridículo conmigo mismo haciendo una de las cosas que siempre había querido, como hacer un examen en italiano sobre arquitectura renacentista italiana? He tenido toda la semana pasada para terminar cuarenta páginas de un manual y prepararme unas fotocopias. Anoche terminé el manual, y las fotocopias por supuesto ni tocarlas. Y encima me ponen un 26, como aprobando toda esta locura absurda.

Cuando a veces relleno el típico espacio de “aficiones” en un formulario pongo “leer, escribir, el arte...”. Tendré que plantearme mis aficiones reales y las que me gustaría tener. Quizá tenga que volver unos años atrás donde dejé de leer y volver a coger costumbre. Hoy me he comprado un libro del que estoy seguro no marcará mi vida literariamente, pero es finito y parece entretenido. Hoy había de comer orgullo con patatas.


02/02/2005

La mamma 

A mí me parece estupendo que la madre de uno de mis compañeros de piso venga unos días a verle. Pero lleva aquí desde el viernes y no se va ni con agua caliente. Al día siguiente de llegar la casa relucía como no creo que lo hubiera hecho nunca. La cocina recogida, el baño impoluto, alfombras que antes no existían o no estaban puestas, hoy incluso me he encontrado la cafetera desmontada y limpia. Pero Señora, ¡que no es su casa! Es que ahora me da la sensación de vivir en su casa, no en la mía. Ayer llegué por la tarde y tenían “visita” en el salón-cocina, así que por no incordiar conozco uno que no merendó. Estas mañanas tengo que estar muy atento para coger el turno de desayunar y lavarme. Además, o existen los duendes o alguien me ha cambiado completamente la forma de tender la ropa, y no me refiero a colgar una camiseta de un lado o de otro, sino a cambiar quince calcetines de sitio. Aparte de la limpieza, la otra nota positiva es un bollo de crema que ha hecho que está de morirse, pero que no compensa, ya lo digo yo.

Me complace informar que el fotolog ha comenzado y parece que va a buen ritmo. Tenéis el link a la izquierda. No es el anterior en el que nunca pasé de la cuarta foto, en este ya llevo unas cuantas más y la idea de hacer un álbum de viaje es bastante sugerente. No esperéis que me explaye, para eso está este blog.


01/02/2005

Va de burócratas... 

Sé que está manido el tema de la burocracia y sus cosas absurdas, pero lo de hoy ha batido cualquier récord que yo recuerde. Yo hice un curso de italiano en el primer cuatrimestre, y me añadí en una lista para continuarlo en el segundo. Primer error: pensar que con eso bastaba. El martes pasado me enteré a última hora de que para continuar el curso había que reinscribirse por internet y que el jueves a las nueve tenía que ir a hacer de nuevo una prueba de nivel. Es normal que se piense que los alumnos miramos la web del Centro Lingüístico una vez al día. La del Centro Lingüístico, la de la Universidad, la de Payasos sin fronteras, la de Juan Dámaso, o la de la madre que los parió. Total, que realicé la inscripción online. Suena moderno, ¿verdad?. Pues no. Consiste en que te dan una dirección de email para que mandes un correo diciendo “me llamo fulanito y quiero ir”, a lo que te contestan “vale, guay, ven”.

Total, que a las nueve del jueves me dirijo tan contento (ironía) hacia el Centro, donde habíamos sido convocados todos los estudiantes Erasmus (nuevos del segundo semestre y antiguos que quisiéramos continuar), que no son pocos, oiga. Bien, hacinados en un pasillo (por decir algo) nos dicen que estamos armando mucho escándalo, que hay gente que trabaja (el victimismo del funcionariado siempre me llamó la atención) y nos dicen que esperemos en la calle. Al poco aparece mi profesora de italiano del curso y (des)organizadora del cotarro, que nos dice que tenemos que ir a otra de las cuatro sedes que tiene el Centro, así que allá que vamos cincuenta personas detrás de ella por las calles de Pisa a las nueve de la mañana. Al llegar a los barracones donde se hacen los test y donde hay sesenta desaprovechadísimos ordenadores con monitores planos que le dan mil vueltas a los seis 486 que tenemos en la facultad, la mujer se saca de la manga la lista de los inscritos y dice: “como sois muchos, de aquí a aquí, por la mañana, de aquí a aquí por la tarde y de aquí a aquí el lunes después de comer”. En fin, como soy un irresponsable y lo dejé todo para última hora pues adivinad cuándo he hecho yo el test.

Pero ahora es cuando llega lo verdaderamente absurdo de todo. Ayer fui para allá, esperé los diez minutos de rigor a que apareciese la mujer, esperé la cola de los que tenía delante y cuando por fin entré me dijo: "no hay curso para tu nivel”. Pero ella, tenaz luchadora, ha añadido: “pero voy a hacer presión para que hagan unos cursos de autoaprendizaje para que puedas venir a hacer ejercicios con el ordenador”. Como uno es educado no la he mandado affanculo, pero de todas maneras el estupor no me habría dejado. He salido con la sensación de ser absolutamente imbécil. Es lo peor de encontrar muchos imbéciles en determinados puestos organizativos, que pueden firmar papeles diciendo que el que no ha entendido nada eres tú.



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