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23/08/2004

Hoy me he hecho mujer 

Sí, chicas, hoy ya soy una más de vosotras. No, la operación no era realmente de cambio de sexo, no es eso, pero hoy he tenido mi primera regla, y está siendo más traumática que la de Carrie. Me encuentro cansada, de mal humor y sin ganas de sexo. La herida supura poco a poco y las gasas se van mojando, así que me siento pesada e incómoda, no me siento limpia. Me siento como húmeda por esa zona, como si hiciera chof cada vez que me muevo porque las gasas no se sujetan bien a la herida, aún no se han inventado las gasas con alas. Simpsun, simpsun, ¿a qué huelen las nubes? Ni puta idea, pero me duele el culo.


21/08/2004

Saca un huesito y el corazón 

Bien, ha llegado el momento de contar todo lo referente a la operación. Para los miles de personas que habíais hecho una porra tratando de averiguar de qué me han operado, aquí va la respuesta: de un sinus. ¿Que qué es un sinus? Pues resumiendo, una infección en el culo. Sí, en el culo, estoy harto del eufemismo que he usado de "entre el culo y la espalda" porque esa zona, si existe, es tan imprecisa como las fronteras palestinas. Resulta que en la parte de arriba del culo, vamos, donde empieza la espalda a hacerse dos mofletes, se crea un pegotemierda que hace tu vida harto imposible por no poder moverte, ya que es en toda la bisagra del cuerpo. En Navidad me hicieron una cura de urgencia en el ambulatorio y me dijero que aún así me lo tendría que limpiar bien un cirujano, que es a lo que he ido hoy. Bien, narremos un divertido día.

Los preparativos empezaron ayer noche, cuando debía tomarme un par de pastillas. También una recomendación: no podía beber agua a partir de las 12. ¿A alguien le recuerda alguna película? Pues eso. Total, que después de ver Ice Age (qué coñazo) me fui a la cama ya un poquito dopado. A la mañana siguiente, pues lo típico: madrugón, no comas ni bebas nada y para el hospital, con un busero la mar de estúpido que necesita casi que te lances bajo sus ruedas para que pare, por lo que se ha dejado un par de mozas en una parada. Mamón.

Una vez allí todo muy rápido. He subido donde me habían dicho, me han llamado a los 5 minutos y ha llegado el momento de disfrazarse de enfermo chungo cuando me han dado el pijama que deja el culo al aire y gorro y patucos de redecilla de esa de los cacharros que venden en los chiringuitos playeros para que los niños piensen que cogerán algún pez entre miles de turistas. (Vale, no cogí nunca ninguno, ¿se nota?) El caso, que me han llevado en silla de ruedas hasta la cama en la que me llevaban a quirófano. Ha sido un poco estúpido todos estos transportes. En la silla me habrán transportado como 2o metros y en la cama unos, 10, después de los cuales he tenido que rodar a la camilla en plan héroe noventero pero sin dos pistolas. En la camilla lo único que han hecho ha sido dejarme como un mono: con el culo pelado. Miento, también me han cogido una vía, que al ver que era en la mano me ha dado un repelús importante, pero ha sido de lo más liviano. Ya en quirófano lo típico: habría como seis personas y faltaba la que me iba a operar. Spain is different. Mucho mal rollo al escuchar por la radio a Manolo Lama, aunque en un momento extraño habían cambiado a Kiss FM de donde salía Carlos Goñi cantando "Tu noche y la mía". Ya nada podía salir mal. Mientras que venía la cirujana, que estaría afilando su bisturí, me han puesto las típicas pegatinas para controlar mis pulsaciones y esas cosas, más una pinza en el dedo, que no sé si era la que cerraba la bolsa de patatas que debían de tener los que miraban, que eran legión. En estos momentos, alguien ha preguntado "¿de quién es el sinus?", a lo que he tenido que responder: "mío", joder, ¿no se nota? A ver, ¿quién más tiene el culo en pompa en la habitación?. Obviamente, preguntaba por la identidad del cirujano, pero había que echarse unas risas en esos momentos. Luego, me han pegado unas tiras en el culo tirando hacia los lados, para que se me viera bien el temita. Y entonces ha entrado la cirujana, muy poco celebrada por sus compañeros. Jolín, un poco de entusiasmo, no sé, que la choque o le pongan Beethoven, que es lo que todos los que no nos dedicamos a la medicina haríamos. Y nada, al asunto. Líquido preanestésico para que no se noten los pinchazos y algo por la vena para que me quede un poco grogui. Y allí se han puesto a darle. Yo, pachorrón, con pose de tomar el sol, con la cabeza sobre los hombros. Cuando estaba ya medio sopa, parte por la anestesia, pero parte por el madrugón, no se olvide, he preguntado "¿pasa algo si me duermo?", a lo que me han contestado: "no, hombre, no, tú inténtalo". Me han faltado cinco minutos más para conseguirlo, porque justo han acabado. Cachis.

Me han subido a planta y al volver a ponerme boca arriba me he dado cuenta de que me han puesto una especie de dodotis. Me explico: una gasa me tapa el agujero y otra movida me la aprieta (la gasa) pegada al culo. Luego me han traído un poleo, un vaso de leche y pan con mantequilla y mermelada. Y al rato me han dado el alta, así que me he venido a casa. Y escribo el post tan tarde, porque es la hora de escribirlo, antes como que no pega. Buff, casi me olvido. La vuelta ha sido en el taxi de un nostálgico con un aguilucho y su correspondiente banderita de España a los lados de la lámpara de los asientos de delante.


19/08/2004

Bloggología 

Se confirma: la necesidad de madrugar azuza al bloggero a escribir como la imbecilidad al imbécil a demostrar que lo es. (Frase de Snatch: "Nunca subestimes lo predecible de la estupidez". Lapidaria) Es decir, que un día que deberías acostarte pronto es el día perfecto para hacer post a las tres y media de la mañana. ¿Y para contar qué? Pues francamente poco. Primero: la efusividad es peligrosa. El reencuentro con viejas amigas ha de ser sincero, tierno y alegre, pero sin llegar al límite de rajarte medio brazo con la hebilla de su mochila. Dicho queda.

Y luego poco más. Que llevamos casi una semana de Juegos Olímpicos en los que hemos conseguido una sola medalla en un deporte que creíamos divertimento de la nobleza del siglo XVIII, que vamos a conseguir muy poquitas más, pero que a los superhéroes del balonmano y del baloncesto se les está poniendo una cara de oro importante. Al basket ganamos ayer con rotundidad y sufrimiento a Argentina, subcampeona del mundo, y en balonmano hoy a Rusia, campeona olímpica. Y en partidos oficiales, oiga, no como la "nueva" selección de fútbol, que sólo gana amistosos contra equipos tan poderosos como Venezuela y pidiendo la hora. Pero en este tema me repito mucho, así que me callo.

Al fin vuelve la gente, vuelven mis amigüitos que se habían desperdigado por la geografía patria y vuelven los vicios a la Play. Qué será de mí en Pisa sin Play... En cuanto engañe a cuatro capullos viciados como yo les hago poner fondo común para trincar una, pues menudo soy yo. Y es que esa es otra... ¡¡que me voooy!! Y yo con estos pelos. Que ya me quedan menos de cuatro semanas, qué miedito... Pero qué ganas. La que voy a montar allí. Por último dentro de este post tan poco común en el que hablo de cosas normales hacer una recomendación: ved Homo Zapping, infieles. Hay una decena de imitaciones que rozan la perfección, y algunos sketchs dignos de premio. Sólo una perlita: "Niño de 'Cuéntame'.- Mamá, habla más alto, que no te oigo!!" Sublime.


15/08/2004

Los Juegos Olímpicos 

Aunque me hubiera gustado, y creo que ya lo hice en otro post, no voy a hablar ahora de la nobleza de los Juegos Olímpicos, etc... Voy a hablar de ciertos aspectos que he ido descubriendo a través de los cuartos Juegos Olímpicos de los que soy consciente.

Lo primero es descubrir en ti un sentimiento patriótico que antes no existía por ningún sitio. Harto de ver banderas de España en la sede del PP, ves una por la tele en los Juegos y te emocionas y todo, coño. Y si hay oro y suena el himno, luchas por contener los lagrimones pensando en ese español, que ha trabajado tanto tiempo por el sueño olímpico, ese concepto que nace de nuevo en nosotros cada cuatro años. Y es que basta ver los últimos 5 minutos de una prueba que ha durado horas para entregarte en cuerpo y alma a ese chaval hasta entonces desconocido que vence en un deporte hasta entonces desconocido con una marca que te emociona aunque no tengas ni puñetera idea de si es buena o pésima.

Porque, hay que reconocerlo, enlos Juegos Olímpicos nos tragamos cualquier deporte a cualquier hora del día por el mero hecho de pertenecer a los Juegos, y lo peor de todo, aunque no compitan nuestros amados compatriotas. Así podemos sorprendernos a las 1o de la mañana de un domingo post-fiesta viendo badminton entre un pakistaní y un sueco o algo tan cansado como infinitas series de natación estilo braza.

Más rápido, más alto, más fuerte, más excusas para ver deporte.

Post dedicado a mi amigo Juan por compartir conmigo la misma visión del deporte.


12/08/2004

PMI o de la necesidad de que se cree el videolog 


Me sorprende que aún nadie haya hecho mención en su blog del anuncio de las nuevas bebidas de PMI, así que me daré el gustazo de ser el primero de cuantos blogs leo en hacerlo. Por favor!!! PMI ha creído en algún momento que su bebida modelo Coca-Cola va a tener sitio en el mercado? Es una idea destinada al fracaso por miles de razones tan evidentes que me parece estúpido enumerarlas. Pero si aparte de que te lanzas a una empresa imposible haces una publicidad del calibre de la que has hecho, las posibilidades de que una sola persona (aparte de la maruja que ve la lata roja y ni lee) compre tu "refresco" se acercan peligrosamente a 0. Por si alguien no ha tenido el placer de quedarse atónito frente al anuncio, resumo: un tío que se parece a Miki Molina inicia, a modo de protesta por la falta de alternativas en refrescos, una especie de "huelga" que consiste en meter la cabeza en la arena de una playa y hacer el pino, iniciativa a la que los otros 7 transeúntes de la playa, desierta por cierto, se unen, mientras parece haber un reportero con su cámara grabando semejante acto. Primero: ¿quién coño quiere alternativas a la Coca-Cola? Los que beben Pepsi en España tienen que andar por un porcentaje similar al de los calvinistas. Segundo: no sé, realmente no sé ni qué poner de segundo (parezco un ama de casa apurada ante la visita de la suegra). Me parece tan indescriptible que no sé ni para qué hago este post. Tendría que colgar el anuncio y punto, ¿para cuando un videolog? No sé, ahora siento que este post no vale para nada si hablo de algo de lo que no puedo escribir nada medio gracioso. Pero no podía obviarlo, es superior a mí.

09/08/2004

Popurrí, popurrí 


Por favor, léase el título con la musiquilla de Furor. Y ahora, empiezo. Gran fin de semana marcado por mi asistencia al Torneo Internacional de Madrid de baloncesto, donde he podido vibrar con cuatro partidazos por el absurdo precio de 9 euros. (Señora, eche cuentas). Y es que a lo largo de estos días se me han ocurrido multitud de posts que no han llegado a concretarse, así que haré un popurrí (creo que la palabra original es popourri, de una lengua que desconozco, ¿francés?).

Lo primero es un claro ejemplo de borreguismo que pude comprobar en el basket. Alguien tuvo la macabra idea de repartir globitos de esos alargados que hacen muchísimo ruido si los golpeas entre sí. Teniendo en cuenta el carácter popular del acto, (tomo el precio de las entradas no como distintivo social, sino como medio de promoción) a Vistalegre fueron muchas familias que decidieron cambiar su paseo-por-el-Retiro-bronca-con-los-niños y aprovechar su no-jornada-de-Liga-con-la-parienta-haciendo-empanadillas por una tarde de deporte. Conclusión: desesperación de la gente normal, que nos veíamos rodeados por masas de personas enajenadas, poseídas por los globitos en un modo muy similar a Gollum y el Anillo. Sencillamente infernal.

Lo segundo es lo bien que me lo he pasado. Cuatro partidos de alto nivel, incluyendo dos de España en los que ha habido tiempo para sonreír, sufrir, gritar de rabia y de alegría y aplaudir al rival cuando no había más remedio. (Ginobili, te debemos una). Y es que es muy divertido ir a ver deporte cuando el ambiente es bueno y el espectáculo está a la altura.

Lo tercero, enlazando con lo segundo, es el nivel de identificación que uno llega a alcanzar con todas las selecciones españolas menos con la de fútbol. Y es que nos llevamos decepciones porque nos da la gana. Atención, España ha ganado en el último mes: Eurocopa sub19 de fútbol, Eurocopa femenina de fútbol, Europeo sub19 de baloncesto y hemos sido subcampeones del Europeo de baloncesto femenino. Teniendo en cuenta que la selección de fútbol sala es campeona del mundo y de Europa, que los de balonmano suelen sacar medalla en europeos y Juegos Olímpicos, que tenemos líder del mundial de 250 c.c. de motociclismo a un chaval de 18 años invencible y que Fernando Alonso, llamado a suceder a Schumacher, también es español, nos llevamos los chascos más gordos con una panda de niñatos sin profesionalidad que lo único que saben hacer es cobrar millonadas y aparecer 28 de los 30 minutos del informativo deportivo, dejando los otros 2 para resumir las gestas de auténticos deportistas. Y, para acabar, vuelvo al basket. Haremos algo gordo en los Juegos, y si no, será porque el rival demostrará ser superior, y en ese caso, no pasará nada, porque sabremos que han dado el máximo. Y de eso se trata, ¿verdad?.

03/08/2004

Propuestas y hospitales 



Esta mañana he ido al hospital a entregar las pruebas del preoperatorio, o sea, electro y radiografías, y a repetirme los análisis, que esos no valían. Ante la sombra del madrugón y el ayuno forzado hasta terminado el trance, son muchas las cosas que te ocurren, a medio camino entre soluciones, chistes basados en la desesperación y macabras ideas relacionadas con la sanidad en general. Entre ellas estaba la de buscar una alternativa al ayuno previo a la extracción de sangre; piensas "claro, si en el fondo es normal, tienen que buscar unos valores en unas condiciones concretas iguales para todos..." Bien. ¿Por qué no toman como base los valores que se dan después de haber desayunado unos cereales con un par de donuts? Porque, joder, se puede calcular la diferencia: al azúcar le sumas unas cuantas (muchas) unidades de lo que sea, y así con todo lo que cambie. Y a más de uno le sería más cómodo ir a que le picaran la vena con la jeringa vacía.


El caso es que hoy ha tenido más gracia todavía el asunto, porque la que me ha recogido las pruebas me ha dicho que los análisis anteriores también valían, lo que equivalía a un "venga, chaval, que vienes ayunas pa ná y porque quieres, tontolculo". Buen regustillo se le queda a uno. Aunque mejor después de los churros y el zumo que le he sacado a mi madre con ese glorioso papel de víctima que te otorga ir al hospital. El resto de la mañana ha sido una combinación de esperas de hora y media y consultas de cinco minutos, donde, oh bendita sorpresa, las personas que nos han atendido me han tratado con mucha simpatía y me han hablado de todo con la naturalidad de Lorena Verdún frente al sexo anal. (Sé que repito el ejemplo de esta moza, pero soy muy fan, igual algún día le dedico un post a ella solita). ¿Que de qué me voy a operar? Pues otro día lo cuento, porque hoy llevo una parrafada escandalosa.

01/08/2004

Y entonces llegó McGrady 


Bien, por si hay algún despistado el de arriba soy yo y la foto muestra de barroco modo uno de mis más gloriosos regalos de cumpleaños que se recuerdan: la camiseta que se ha estado enfundando Tracy McGrady para hacer sus cositas en la NBA. Vamos, que mis colegas me han regalado la camiseta de un tipo que me la pone dura cuando coge el balón y vuela hacia el aro. Y ahí estoy yo, radiante de felicidad con mi megacámara digital y mi camiseta. Brutal.
La celebración del cumpleaños ha ido mucho mejor que la horripilante comida familiar del jueves, donde aparte de gritos innecesarios que me hicieron volverme a casa con dolor de cabeza, parecía que cumplía años cualquiera antes que yo. El viernes fuimos a cenar al lugar en el que el año pasado me encontré con el pianista de Parada, por lo que la estadística decía que había que repetir. Pero este año no hubo suerte. Aunque mi camiseta de "Ask me anything" volvió a ejercer su malvado maleficio atrayendo un guiri que me dijo "Could I have an ice-cream?", o sea: "Me pone un helado?". Aviso: me la volveré a poner, no pueden quedar muchas más cagadas hasta que alguna moza acierte con el verdadero fin de la camiseta.
Y ahora al llegar a casa he sufrido el que acabo de bautizar como "el bajón del porno", que es bajarte 700 megas de película y descubrir que la "Y entonces llegó ella" que tú te has bajado no la protagoniza Jennifer Aniston y que, sinceramente, Ben Stiller tiene la gracia en otro sitio. En fin, otra vez será.


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